Valor en salud
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Actualidad - Entrevistas

15-04-2015

Entrevista a RAFAEL VENTA

¿Cuál es su experiencia profesional y cuánto tiempo lleva en la actividad actual?

Doctorado en Farmacia por la Universidad de Santiago de Compostela y formado como residente en la especialidad de Análisis Clínicos, mi actividad profesional ha transcurrido siempre dentro del ámbito de la Bioquímica Clínica. Facultativo especialista del Hospital San Agustín de Avilés en Asturias, desde el año 2006 dirijo el Servicio de Bioquímica y desde 2010 soy director de la Unidad de Gestión Clínica de Laboratorio.

Desde el año 1998 he compatibilizado la docencia de Bioquímica Clínica en las licenciaturas y grados de Medicina y Biología como profesor asociado del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, y también la docencia posgraduada con la dirección de tesis doctorales y la tutoría durante ocho años de los residentes de la Especialidad de Bioquímica Clínica de nuestro hospital.

¿Qué destacaría como lo mejor de su carrera profesional?

El haber vivido en primera persona los grandes cambios que han ocurrido en el Laboratorio Clínico, con la incorporación de los numerosos avances metodológicos, tecnológicos e informáticos que han tenido lugar en estos años, sin perder por ello la capacidad de interlocución permanente con los médicos clínicos que solicitan los estudios analíticos. Así, una parte importante de mi actividad laboral está dirigida a la consultoría clínica requerida por los propios médicos solicitantes, lo cual me exige una continua puesta al día. Por otro lado, este contacto permanente ha sido una vía fructífera de colaboración a lo largo de los años para consensuar iniciativas pioneras en la gestión de la demanda y en la incorporación de nuevas magnitudes de laboratorio, así como para desarrollar diversos proyectos de investigación con financiación pública.

¿Y lo peor?

Realmente no considero algo concreto como especialmente malo. Ciertamente si hay aspectos puntualmente frustrantes derivados de la complejidad del medio sanitario como las dificultades para el desarrollo profesional personal y para la establecimiento de estrategias de coordinación con otros servicios y hospitales o la tendencia al encasillamiento en los aspectos más técnicos y de gestión de costes de nuestro trabajo.

¿Cómo ve el futuro?

Como un reto que será interesante afrontar. Las distintas especialidades médicas relacionadas con el Laboratorio Clínico están inmersas ya en profundos cambios organizativos con tendencias claras a la unificación de estructuras, a la centralización de procesos comunes, a la consolidación de metodologías y al establecimiento de roles profesionales transversales a todas ellas, como las responsabilidades sobre preanalítica, calidad, informática o investigación. A este cambio va a contribuir sin duda el desarrollo del Real Decreto de Troncalidad de Especialidades en Ciencias de la Salud publicado el pasado mes de agosto, el cual contempla un Tronco de Laboratorio y Diagnóstico Clínico que deberá reflejar en los programas formativos troncales y de cada especialidad estas nuevas realidades.

Como participante en el monográfico Coste-efectividad de pruebas diagnósticas en el laboratorio clínico, ¿qué opinión le merece este tema y qué destacaría de su artículo en concreto?

En nuestro ámbito los estudios de coste-efectividad han sido muy escasos y casi siempre dirigidos a test genéticos o a marcadores biológicos relacionados con la medicina personalizada. Una causa evidente de esta escasez es la dificultad de relacionar los costes de las pruebas con resultados finales en salud; sin embargo, es también cierto que los profesionales del Laboratorio Clínico hemos visto tradicionalmente la realización de estos estudios como algo ajeno a nuestra actividad. En un contexto como el actual, de restricción de recursos dedicados a la sanidad, el conocimiento de metodologías útiles para demostrar de forma objetiva los beneficios que pueden aportar las pruebas del Laboratorio Clínico debe ser una capacidad básica de los profesionales y, especialmente, de los más jóvenes.

El coste-efectividad de la prueba de detección de sangre oculta en heces aplicada al cribado poblacional en individuos asintomáticos de 50 a 69 años ha sido ampliamente documentado; sin embargo, en los últimos años se han presentado varios trabajos que demuestran también la gran utilidad de esta prueba para indicar la realización de una colonoscopia diagnóstica en los pacientes sintomáticos de cualquier edad. En nuestro artículo nos hemos centrado en este último aspecto y hemos observado que puede ser una prueba muy coste-efectiva en comparación con la indicación directa de la colonoscopia basada sólo en los síntomas clínicos del paciente.

"El desarrollo del Real Decreto de Troncalidad de Especialidades en Ciencias de la Salud deberá reflejar las nuevas realidades que afrontan las especialidades relacionadas con el Laboratorio Clínico"

"En nuestro ámbito los estudios de coste-efectividad han sido muy escasos por la dificultad de relacionar los costes de las pruebas con resultados finales en salud"

"Una prueba de detección de sangre oculta en heces puede ser muy coste-efectiva para la indicación de la colonoscopia diagnóstica"