Valor en salud
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Actualidad - Entrevistas

08-07-2015

Entrevista a José María Eiros Bouza

¿Cuál es su situación profesional actual?

Desempeño desde 2013 mi ejercicio como director-gerente del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y como catedrático de la Universidad de Valladolid en su Facultad de Medicina.

¿Qué opinión tiene respecto a la situación general de la Sanidad?

En el momento actual la situación parece condicionada al menos por tres factores.

En primer término, por la contracción presupuestaria que impone el todavía elevado capítulo de las obligaciones de la deuda y la limitación de los recursos. Ello repercute notablemente en las retribuciones del personal sanitario, en la cartera de servicios y en la inversión en tecnología e infraestructuras.

En segundo lugar, por el perfil de los pacientes que nos encomiendan su salud. El envejecimiento, el aumento de las enfermedades crónicas, los vertiginosos avances en áreas terapéuticas como la Oncología, la Cardiología, la Neurología y las enfermedades infecciosas, por citar algunas, así como la disponibilidad de nuevos modelos de abordaje y resolución de patologías quirúrgicas elevan sustancialmente el gasto sanitario.

En tercer término, la situación de los profesionales, en todos los ámbitos, reclama la incorporación de mejoras y una reflexión sensata sobre la proyección y el reconocimiento de su actividad. 

¿De qué manera los cambios de los últimos años le han afectado en la práctica clínica?

En cierto modo hemos progresado en áreas de apoyo que abarcan desde la bioinformática a la robótica, pasando por la genómica, transcriptómica y proteómica o, como en nuestro ámbito de especialidad, por el conocimiento del microbioma. Pero la esencia de la práctica clínica como acertadamente señala el profesor Rozman, "la ejerce el hombre, dotado de capacidades para una actuación inteligente, técnicamente idónea y moralmente correcta". En mi modesto criterio, en este último aspecto debemos esforzarnos por practicar y transmitir a las nuevas generaciones dos pilares fundamentales como son el actuar de modo magnánimo y humilde. La calidad del acto profesional está seriamente condicionada por estas variables. A ello cabría añadir la exigencia y el esfuerzo personal en tareas que van desde el estudio al interés mantenido por la formación continuada.

Los cambios han incrementado nuestra capacidad tecnológica, pero es posible que hayamos descuidado el componente ético y nuestra calidad humana. 

¿Cómo ve el futuro de la sanidad pública española?

Nuestra institución ha acogido esta semana a los nuevos residentes que en las distintas especialidades del ámbito médico, farmacéutico y de enfermería se han incorporado a su formación en el sistema sanitario público. Ellos representan la esencia del futuro. Siempre en el ejercicio asistencial, docente e investigador, la auténtica clave es el capital humano. A ellos les corresponde exigirse con rigor y asentar el nivel de desarrollo que otros han alcanzado, garantía de futuro de la sanidad. Por ello debemos ser optimistas, los jóvenes con su ímpetu y su vitalidad pueden estimularnos y animarnos a pesar del aparente escenario de sombras que nos envuelve. Como avanzamos en la contestación anterior, su comportamiento debe asentarse en algunos pilares clave y en la asunción sin condicionantes del propio sentido de la misión y de la vocación de servicio, sin descuidar una asunción veraz de las propias capacidades y de las limitaciones. Me impresiona mucho la capacidad de multitud de grupos españoles con impacto internacional, el dinamismo de sus integrantes y la solidez de sus relaciones fuera de nuestro país. Debemos estimular a los mejores y con ello el futuro de la sanidad pública será prometedor.

Respecto a los Premios Profesor Barea, ¿qué opinión le merecen este tipo de premios y qué destacaría?

Tal vez el principal valor de ellos es el estímulo que representan para los grupos y personas que ven reconocida su labor en las distintas modalidades. Así lo pude comprobar en los testimonios espontáneos de algunos de los premiados en la jornada de entrega de los premios. El contacto humano en el foro que se suscita en la exposición de trabajos finalistas (en esta edición de los once proyectos seleccionados) genera intercambio de experiencias y posibilita identificar profesionales que en el seno de los diferentes sistemas sanitarios comparten la misma visión de su ejercicio profesional, de su anhelo de mejora y su persecución de la excelencia.

"La situación de los profesionales, en todos los ámbitos, reclama la incorporación de mejoras y una reflexión sensata sobre la proyección y el reconocimiento de su actividad"

"Nuestro comportamiento debe asentarse en algunos pilares clave y en la asunción sin condicionantes del propio sentido de la misión y de la vocación de servicio"

"Tal vez el principal valor de los Premios Profesor Barea es el estímulo que representan para los grupos y personas que ven reconocida su labor en las distintas modalidades"