Valor en salud
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Actualidad - Entrevistas

18-04-2017

Entrevista a JOSÉ LUIS SALCEDO

Director Gerente del Complejo Hospitalario de Jaén

Delegado de la Fundación Signo en Andalucía



Su trayectoria profesional ha estado ligada a la gestión sanitaria durante más de 15 años, ¿qué es lo que le atrae de esta faceta de la Sanidad?


Mi primer contacto con la gestión fue trabajando como inspector médico. Pasar del acto médico nuclear (médico y paciente) a pensar en sistemas sanitarios que deban ordenarse para gestionar la demanda asistencial y aportar las prestaciones necesarias en el momento adecuado, me pareció un reto apasionante. Hoy aún me sigue apasionando.

Usted es un profesional médico y, además, gestor, ¿cómo conjuga estas dos disciplinas?


Ejercí la medicina poco tiempo, pero me permitió conocer el impacto de la enfermedad tanto en el paciente como en su entorno. El sufrimiento, la fragilidad y la dependencia del enfermo hay que conocerlo para no olvidarnos de para quien trabajamos.


Por lo demás, ser médico creo que hace más fácil el entendimiento de la organización y los profesionales.

Es un debate abierto no exento de diversidad de opiniones, ¿cree que se debería profesionalizar la gestión clínica?


Sin ninguna duda, los hospitales son organizaciones extraordinariamente complejas y con frecuencia son las empresas más grandes de las ciudades donde se ubican. Carteras de servicios amplias y en desarrollo continúo ofertadas 24x365 días, que deben cumplir un presupuesto, con un peso fundamental de profesionales muy especializados y una exigencia continua de calidad y mejora… sí, se debe profesionalizar.

El futuro de la Sanidad Pública española también forma parte del debate actual, o quizá sea el eterno debate, ¿cree que su viabilidad realmente peligra?


Llevamos muchos años hablando de la sostenibilidad de los sistemas sanitarios y la crisis económico de los últimos años ha añadido incertidumbre. La cuestión es si nos podemos permitir no disponer de una Sanidad Publica. ¿Qué impacto personal y social tendría esto? Está claro que competimos con fondos públicos, todos ellos necesarios y justificados, y los profesionales sanitarios debemos hacer un esfuerzo de racionalidad y buen uso de los recursos, trabajando sobre evidencias y prescindiendo de aquello que no aporta valor al paciente, pasando a medir resultados en salud. Trabajar como sistema que ordene prestaciones por niveles, evitando duplicidades o unidades de alta especialización en poblaciones pequeñas. Por supuesto, sin olvidarnos que la búsqueda de consensos profesionales es fundamental.

Los resultados en salud y la valoración de nuestros usuarios son los mejores elementos de defensa del Sistema Público.

A nivel gestión, en su opinión, ¿qué pasos se debería dar para asegurar la sostenibilidad de la Sanidad Pública? Realmente se ha respondido en la cuestión anterior, ¿algo que añadir?


La financiación suficiente es clave. La evaluación económica de las intervenciones en salud debe estimar también el coste social de los problemas de salud y, sobre todo, la necesidad de medidas preventivas y de salud pública.

 

También ha participado en distintos programas de cooperación internacional en Latinoamérica o África, según su experiencia, ¿qué medidas iniciales serían necesarias para paliar los problemas sanitarios en estos países?


Bueno, cada país tiene unas características muy diferentes, en general, y aún sigue siendo un reto la planificación en la salud pública, es el elemento principal. Creo que los gobiernos tienen que tener muy clara su responsabilidad, en el nivel de salud de sus ciudadanos, garantizando el acceso a las prestaciones básicas. Por otra parte, sí que he visto, en los sitios a los que he ido, el peso de la cooperación española. He visto un trabajo muy serio, y muy bien recibido por las poblaciones. La educación sanitaria, junto con la educación general serán la garantía de que los países evolucionen social y sanitariamente.


“Ejercí la medicina poco tiempo, pero me permitió conocer el impacto de la enfermedad tanto en el paciente como en su entorno. El sufrimiento, la fragilidad y la dependencia del enfermo hay que conocerlo para no olvidarnos de para quien trabajamos. Ser médico creo que hace más fácil el entendimiento de la organización y los profesionales”

Acaba de cumplir un año como Director Gerente del Complejo Hospitalario de Jaén, ¿qué balance hace?


Un año es poco tiempo para hacer balances, pero, bueno, en un año también ocurren muchas cosas. Hemos pasado un tiempo importante de crisis, no es que lo hayamos superado, pero creo que debemos mirar el futuro con un poco más de entusiasmo y en eso nos tenemos que mover. Nuestra parte de responsabilidad, de los directivos, es tratar de definir qué va a pasar en el futuro más próximo partiendo de un análisis de la realidad actual y la opinión de profesionales y pacientes. 

Uno de los retos que queremos asumir también es potenciar la colaboración interniveles desde un ámbito provincial. En Andalucía estamos trabajando mucho en redes de colaboración y cooperación entre hospitales y centros. Los flujos y los circuitos de pacientes es algo en lo que tenemos y debemos avanzar mucho más, facilitar el camino de los pacientes desde el nivel primario hasta el nivel de centro de superespecialidad, con las mínimas demoras y protocolizando esas derivaciones. 

Como delegado de la Fundación Signo, ¿cuál ha sido su motivación para formar parte de este proyecto?


Siempre me ha preocupado la evaluación económica y de resultados en salud de nuestra actividad. Los hospitales muchas veces nos fijamos mucho en la gestión de nuestro proceso y un poco menos en el impacto que eso tiene, tanto a nivel de salud como en la economía; a veces pensamos más en lo que hay que hacer que en las consecuencias que eso tiene. El plan de gestión, que ha presentado la Fundación para el año 2016-2017, tiene una serie de aspectos de evaluación y mejora y modelos de gestión que, en estos momentos, parece muy oportuno.


“Ahora el paciente y su entorno son agentes activos, hay que saber su opinión y sus expectativas en relación con el Sistema Sanitario. Entonces, hay que hacer coincidir o compartir las expectativas de los ciudadanos con las de los profesionales y el mejor conocimiento. Sería ilógico aceptar una propuesta de los ciudadanos que llevase a técnicas que la ciencia señala como no eficaces. Son los profesionales los que tienen que valorar la eficacia de las intervenciones y, por tanto, definir un marco de referencia para incorporar servicios o no incorporarlos”

 

Si ya están perfilados, ¿qué proyectos tiene previsto iniciar en su Comunidad como delegado de la Fundación?


Recientemente se ha firmado un acuerdo con la Escuela Andaluza de Salud Pública, que es el principal referente de la gestión, evaluación y la formación en salud en Andalucía y con un recorrido muy amplio. Es una alianza estupenda y estamos ya preparando algunas jornadas para que, esperemos, se puedan celebrar durante el mes de junio. Y parte del objetivo que nos planteamos son esas cuestiones: la planificación, la evaluación y, desde luego, los aspectos que tienen que ver con salud integrada.

En su opinión, ¿qué iniciativas debería abanderar Signo, en estos momentos, en Andalucía?


En Andalucía, como en casi todas las áreas, el concepto de sistema de salud tiene que funcionar como sistema integrado, desde luego en los niveles de área sanitaria sin duda, pero, incluso, a nivel comunitario. El paciente no debe tener dificultades en acceso y menos cuando ya está dentro del sistema y, desde luego, tiene que tener una expectativa de resultados acorde con su diagnóstico. Por tanto, hay que hacer un esfuerzo en integración, ver qué resultados tenemos, cuáles son las mejores prácticas y, desde luego, valorar el impacto, tanto económico como de resultados. Creo que esto así expresado es fácil, pero lógicamente significa dinamizar las organizaciones y a los profesionales.

Y, por último, ¿cuál opina que debería ser el papel de la opinión experta cuando se plantean problemas de tomas de decisiones en planificación o en priorización de servicios?


Los expertos en sanidad, desde los profesionales sanitarios a los no sanitarios, hemos creído que éramos los únicos que teníamos el conocimiento, nada más lejos de la realidad y menos en los tiempos actuales. Por otra parte, el concepto de planificación sanitaria siempre ha partido de una consideración: ¿cuál es la población que atendemos?, ¿cuál es la posibilidad de aparición de enfermedades?, ¿cuáles eran las características demográficas o sociales?, y sobre eso se ha construido centros y servicios. Ahora el paciente y su entorno son agentes activos, hay que saber su opinión y sus expectativas en relación con el Sistema Sanitario. Entonces, hay que hacer coincidir o compartir las expectativas de los ciudadanos con las de los profesionales y el mejor conocimiento. Sería ilógico aceptar una propuesta de los ciudadanos que llevase a técnicas que la ciencia señala como no eficaces.

Son los profesionales los que tienen que valorar la eficacia de las intervenciones y, por tanto, definir un marco de referencia para incorporar servicios o no incorporarlos.

Conocimiento técnico y flexibilidad y agilidad de los sistemas para adaptarse a la demanda es ya un diálogo continuo. 



Uno de los retos que queremos asumir también es potenciar la colaboración interniveles desde un ámbito provincial. En Andalucía estamos trabajando mucho en redes de colaboración y cooperación entre hospitales y centros. Los flujos y los circuitos de pacientes es algo en lo que tenemos y debemos avanzar mucho más, facilitar el camino de los pacientes desde el nivel primario hasta el nivel de centro de superespecialidad, con las mínimas demoras y protocolizando esas derivaciones"


"Los profesionales sanitarios debemos hacer un esfuerzo de racionalidad y buen uso de los recursos, trabajando sobre evidencias y prescindiendo de aquello que no aporta valor al paciente, pasando a medir resultados en salud. Trabajar como sistema que ordene prestaciones por niveles, evitando duplicidades o unidades de alta especialización en poblaciones pequeñas. Por supuesto, sin olvidarnos que la búsqueda de consensos profesionales es fundamental. Los resultados en salud y la valoración de nuestros usuarios son los mejores elementos de defensa del Sistema Público





"En Andalucía, como en casi todas las áreas, el concepto de sistema de salud tiene que funcionar como sistema integrado, desde luego en los niveles de área sanitaria sin duda, pero, incluso, a nivel comunitario. Hay que hacer un esfuerzo en integración, ver qué resultados tenemos, cuáles son las mejores prácticas y, desde luego, valorar el impacto, tanto económico como de resultados. Creo que esto así expresado es fácil, pero lógicamente significa dinamizar las organizaciones y a los profesionales"


"Recientemente la Fundación ha firmado un acuerdo con la Escuela Andaluza de Salud Pública, que es el principal referente de la gestión, evaluación y la formación en salud en Andalucía y con un recorrido muy amplio. Estamos ya preparando unas jornadas para que, esperemos, se puedan celebrar en junio. Y parte del objetivo que nos planteamos son esas cuestiones: la planificación, la evaluación y, desde luego, los aspectos que tienen que ver con salud integrada"