Valor en salud
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22-11-2016

¿HA LLEGADO LA HORA DE NO HACER?



Guadalupe Ruiz Martín

Jefe de Servicio de Análisis Clínicos de los Hospitales de Valladolid

La Fundación Signo está haciendo un esfuerzo por actualizarse y reenfocarse, sin perder sus principios de la gestión, el cálculo de costes y la contabilidad analítica, pasando de denominarse Jornadas de “Gestión y Evaluación de Costes” a “Gestión y Evaluación en Salud”. Esto que, a primera vista, parece un cambio mínimo, que puede pasar desapercibido, indica en sí mismo una declaración de intenciones clara. 

De ahí las 4 líneas de trabajo que se han propuesto para estas Jornadas, centradas absolutamente en los pacientes, para proporcionarles la mayor calidad científico-técnica y las innovaciones, incorporándolas mediante herramientas de gestión clínica, que permitan la colaboración íntima entre niveles asistenciales de un modo integral y elimine todo lo que no aporta valor, porque lo hayamos aprendido de la experiencia.

1. Aprendiendo de los errores

2. Salud integrada

3. Herramientas y gestión clínica

4. Innovación y nuevas tecnologías

Dentro de la línea de “Aprender de los Errores”, que se ha desarrollado en las XIII Jornadas de la Fundación Signo, en Ciudad Real, la mejora de la eficiencia y la lucha por la sostenibilidad ha sido una de las prioridades.

En la mesa en la que participé, “¿Ha llegado la hora de no hacer?”, se constató el enorme interés por esta línea de trabajo. Los profesionales la afrontan con sensatez y honestidad, ya que no se trata de dejar de hacer porque sí, sino tomar decisiones coherentes basadas en la evidencia científica, aprendiendo de los errores y eliminando todo aquello que ha quedado obsoleto y ha demostrado que no aporta valor, sino, más bien, ruido e incertidumbre.

En esta mesa redonda, moderada por Paloma Casado Durández, Subdirectora de Calidad y Cohesión del Ministerio de Sanidad, se presentó el proyecto del Ministerio: “Compromiso por la calidad de las sociedades científicas”, por parte de Javier García Alegría, que, desde la Sociedad Española de Medicina Interna, como su presidente, fue el motor de esta iniciativa, en la que han participado ya casi 50 sociedades científicas, 30 de las cuales ha emitido sus 5 recomendaciones de No Hacer basadas en evidencias científicas. Entre todas suman 150 recomendaciones, que son la materia prima con la que las Consejerías de Sanidad, de las diferentes Comunidades Autónomas, tienen que continuar trabajando para implementarlas.

El proceso de selección de las 5 recomendaciones de cada sociedad ha sido mediante un Delphi, que fue monitorizado desde GuiaSalud, lo que ha dado al proyecto un plus de coherencia y homogeneidad.

Este proyecto, en la línea de otros similares internacionales como el “Do not Do” inglés o el “Choosing Wisely” americano, se propuso como objetivo principal “disminuir la utilización de intervenciones sanitarias innecesarias, entendiendo por innecesarias aquellas que no han demostrado eficacia, tienen efectividad escasa o dudosa, no son coste-efectivas o no son prioritarias”.

Como objetivos secundarios se han marcado los siguientes:

  • Evitar la iatrogenia secundaria a la realización de intervenciones innecesarias.
  • Disminuir la variabilidad en la práctica clínica.
  • Contribuir a difundir entre los profesionales sanitarios el compromiso con la calidad y la eficiencia de los cuidados.
  • Contribuir a difundir entre la población la utilización adecuada de recursos sanitarios.

Otra de las ponentes, Susana Álvarez Gómez, nos contó de qué modo todas las decisiones de los profesionales tienen un impacto directo en la sostenibilidad del Sistema Sanitario.

En la última de las ponencias, que yo presenté, expliqué como fue el desarrollo de este proyecto del Ministerio, dentro de una sociedad científica concreta del ámbito del Laboratorio Clínico, “Asociación Española de Biopatología Médica Medicina del Laboratorio”, que culminó con la publicación de una monografía donde se desarrollaban, no solo las 5 recomendaciones que superaron el Delphi, sino que se sumaron las 14 restantes que se quedaron en el tintero: “Decisiones Inteligentes desde el Laboratorio; De Elegir Sabiamente a No Hacer”.

En esta monografía se recopila la evidencia científica, con la bibliografía más actualizada, que avalan todas y cada una de las recomendaciones, y, además, y es lo más novedoso, se proponen una serie de indicadores de actividad, de proceso, de estructura y de resultados en salud, que permiten monitorizar el impacto de las medidas introducidas. Se contó un ejemplo práctico real y exitoso de cómo se puso en marcha un Grupo de Trabajo multidisciplinar de Adecuación de la Demanda de Pruebas de Laboratorio, en el Complejo Hospitalario de Toledo, a través del cual se introdujo una de esas recomendaciones y se monitorizó con los indicadores propuestos por AEBM_ML.

Para terminar, entre tanta crisis, tenemos una buena noticia. Según la revista Bloomberg, nuestro Sistema Sanitario es el tercero del mundo en eficiencia, utilizando como variables la esperanza de vida, el % del PIB invertido en Sanidad y el Coste absoluto per cápita. Pero no debemos bajar la guardia y aquí es donde los profesionales deben colaborar activamente.

La conclusión es que “no se puede gestionar si no mides” y que ahora toca, a las Consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas respectivas, potenciar esta iniciativa, promoviendo la incorporación de estas recomendaciones en sus ámbitos, y medir el impacto a través de indicadores que permitan conocer la eficiencia de las medidas, no tanto en base a criterios economicistas, sino en términos de resultados en salud.

Guadalupe Ruiz Martín

Jefe de Servicio de Análisis Clínicos de los Hospitales de Valladolid