El escenario surgido en la pandemia de COVID-19 aceleró la utilización de las herramientas tecnológicas, creciendo su uso en los primeros meses mucho más que en los años previos. En este contexto, el desarrollo de la consulta virtual destacó sin duda en todas las comunidades autónomas, siendo uno de los objetivos claros a impulsar en el futuro próximo. Sin embargo, se ha visto que, en algunos casos, ha ido disminuyendo su uso con el tiempo.
Como se puede ver en el Estudio sobre la consulta de salud virtual y sus beneficios para el sistema sanitario, la revisión de la evidencia científica de estudios publicados muestra que la consulta de salud virtual puede tener beneficios en cuanto a resultados en salud, experiencia del paciente, experiencia del profesional y sostenibilidad del sistema sanitario. Pero para que esto sea así, es importante llevarla a cabo de manera adecuada, tal como indica la Asociación Salud Digital (ASD) en su Guía de recomendaciones para la teleconsulta.
También hay que tener en cuenta otros elementos a la hora de la implantación para poder llevar a cabo un despliegue efectivo en las organizaciones sanitarias. A continuación, planteo los factores clave necesarios para una implantación eficaz de la consulta virtual, obtenidos a partir de un grupo focal con profesionales de distintos perfiles pertenecientes a varias comunidades autónomas con experiencia previa en este tema.
Marco estratégico y de gestión
✔ Elaboración de un plan con la participación de todas las partes involucradas.✔ Indicadores para valorar la utilidad, la satisfacción de los usuarios y realizar seguimiento.
✔ Análisis previo de situación y necesidades y realizar plan de inversiones.
✔ Diagnóstico y desarrollo de las competencias digitales de los profesionales.
✔ Creación de un modelo de gobernanza del dato: interoperabilidad, explotación de datos agregados anonimizados, utilización de inteligencia artificial…
Servicio
✔ Valoración del tipo de consulta en función del paciente, proceso y momento concreto.
✔ Atender a las preferencias del paciente en cuanto al tipo de consulta.
✔ Definir la consulta virtual y los procesos concretos entre profesionales y pacientes.
✔ Incluir la atención virtual en los acuerdos de gestión clínica.
✔ Reorganizar el trabajo para disponer de tiempo suficiente y no sobrecargar la agenda.
✔ Gestión de agendas flexible con indicadores de análisis para el ajuste y la mejora.
✔ Visión compartida entre distintos niveles de atención (asignación de recursos).
Equipos e infraestructuras
✔ Herramientas informáticas sencillas y amigables para los usuarios.
✔ Necesidad de equipos adecuados y fibra óptica en los domicilios.
✔ Garantizar acceso a la población por diferentes canales.
Gestión de profesionales
✔ Implicar, motivar e incentivar a los profesionales.
✔ Selección de líderes que sean motores del cambio.
✔ Formación en herramientas digitales, consulta virtual y “humanización digital”.
Comunicación
✔ Campañas de sensibilización a profesionales y pacientes/usuarios.
✔ Escucha activa de los agentes implicados.
✔ Información periódica a los profesionales implicados para permitirles mantener el cambio.
Marco jurídico, confidencialidad y ética
✔ Normativas y leyes de protección de datos españolas y europeas: Directiva 2011/24/UE del Parlamento Europeo y Reglamento UE 2016/679 de Protección de Datos junto a Ley de Protección de Datos 2018 (Ley Orgánica 3/2018, 5 de diciembre) y RGPD del Consentimiento de paciente para el tratamiento de datos.
✔ Aspectos éticos de World Medical Association recogidos en la 58.ª Asamblea Médica Mundial (Dinamarca 2007) y posterior Asamblea octubre 2018 en Islandia donde se establecen protocolos de seguridad.
La consulta de salud virtual puede ser muy útil si se realiza de manera adecuada. Tengamos en cuenta los factores descritos para implantarla con éxito en nuestras organizaciones y aprovechemos toda su potencialidad.