Valor en salud
Valor en salud
Valor en salud

La importancia del engagement para el desarrollo profesional en el sector salud

La importancia del engagement para el desarrollo profesional en el sector salud

Ponentes en las XVI Jornadas de Gestión y Evaluación en Salud 2022   /   25-04-2022   /   0 COMENTARIOS   /  A+ | a-
Luis Truchado, socio-director de EuroGalenus Executive Search
Ponente en las XVI Jornadas de Gestión y Evaluación en Salud 2022 de la Fundación Signo
Mesa 3. Experiencias innovadoras en modelos de compromiso y desarrollo profesional. Engagement


Algunas ideas y tendencias actuales sobre cómo el desarrollo profesional puede estar más alineado con las necesidades de las organizaciones y empresas del sector salud y Life Sciences.

En estos tiempos de pandemia, los formadores de todo el mundo nos hemos puesto al día más o menos rápidamente de cómo llevar a cabo el aprendizaje a distancia. Hemos pasado de considerar el aprendizaje a distancia como una solución provisional, “de emergencia”, a pulir nuestras mejores prácticas y cocrear una buena pedagogía del aprendizaje a distancia, dando lugar a un modelo híbrido que probablemente utilizaremos a partir de ahora durante bastante tiempo.

No solo hemos adoptado herramientas para ayudar a nuestros alumnos o empleados a aprender a distancia, sino que también nos hemos adaptado a la avalancha de desarrollo profesional que busca ayudarnos a aprender a ser flexibles, transfuncionales, digitales y polivalentes.

Se ha hecho necesario repensar el mismo concepto de desarrollo profesional. Muchos de nosotros nos hemos visto atrapados en sesiones aburridas, recibiendo información unidireccional y lamentando la asistencia presencial una y otra vez. En este momento, mientras nos replanteamos este nuevo escenario, tenemos la oportunidad de “deconstruir” todo el concepto.

La falta de engagement -que traducimos por compromiso- paraliza el aprendizaje, tanto si hablamos de directivos como de profesionales en general. Y cuando aprendemos a distancia, la necesidad de obtener ese compromiso es aún mayor que cuando participamos presencialmente. Todos nosotros, además de formadores, hemos sido alumnos en el pasado, luego, debemos ser capaces de analizarlo acertadamente.

El engagement en el mundo laboral reposa sobre tres pilares: el diseño curricular, la implementación y la formación continua. Hagamos una revisión de las estrategias y tácticas que más nos ayudan a aprender de forma eficiente.
¿Cómo podemos mejorar el Desarrollo Profesional?

Actualmente, en el ecosistema de la formación, estamos divididos entre los que prefieren asistir presencialmente a clases y conferencias y los que prefieren aprender online en casa, en remoto. Según diversas encuestas, 3 de cada 4 personas preferimos la formación fuera del horario laboral, así como poder escoger entre formación online, presencial o híbrida.

La estructura de una formación formal debe respetarse, programando sesiones y talleres mediante códigos y enlaces a videoconferencias de apoyo. Eso no debe cambiarse porque está en la esencia que nuestras generaciones han vivido. En la apertura de los programas, para recabar y comprender mejor las expectativas de los participantes y homogeneizar al grupo a partir de los conceptos básicos, es conveniente ofrecer un formato en el que los profesores puedan tener interacciones de tipo más informal.

El desarrollo profesional debe estar siempre muy enfocado y reducido a su esencia: centrarnos en lo más relevante, significativo y duradero. La capacidad de atención, incluso de participantes muy motivados, no es infinita.

Es fundamental que los profesores o ponentes participantes colaboren y hablen entre ellos. Hay que facilitar salas, plataformas de colaboración y documentos, para que todos puedan trabajar en equipo, tanto de forma simultánea como asincrónica. Esta idea se ha hecho fuerte: la gran mayoría de profesionales consultados prefiere tener acceso a la formación en otros momentos de su elección: seminarios web, plataformas, podcasts, redes sociales, etc.

Otro punto muy importante en el que todos coincidimos es que las diapositivas de las presentaciones deben estar basadas más en imágenes que en texto. Una página con fotos, viñetas o infografías resulta mucho más visual y atractiva que una redacción de varios párrafos y, por tanto, más pedagógica.

Estos consejos pueden utilizarse con directivos y también con nuestros colaboradores más jóvenes. Pensemos en lo que nos atrae a nosotros como estudiantes y, probablemente, será lo que también atraiga a nuestra audienciaEs importante señalar que los profesores/ponentes no suelen preguntarse qué es lo que motiva a los participantes a aprender. Por ello, es importante que ambos grupos compartan y armonicen sus estrategias preferidas, para lo que debe haber una alineación sustancial entre ellos.

Aunque nuestras estrategias de engagement preferidas coincidan con las de los participantes, al planificar las sesiones también debemos tener en cuenta las diferencias, especialmente aquellas sobre la madurez de desarrollo y los niveles de alfabetización digital. Siempre es fundamental adaptar el lenguaje al nivel de la audiencia.

En última instancia, las estrategias de engagement son tan importantes como los estándares de contenido -o quizás incluso más- teniendo como objetivo el aprovechamiento, la profundidad del aprendizaje y, en definitiva, el desarrollo profesional.

 
No hay comentarios

Haga un comentario

Simple catpcha image
Top