30-07-2012
Evaristo Ruíz Arzalluz Médico del Hospital de Aranda de Duero Segundo Premio a la mejor Comunicación. RX INNECESARIAS: ANÁLISIS COSTE-BENEFICIO DE LAS EXPLORACIONES REALIZADAS 2010-2011. XI Jornadas de Gestión y Evaluación de costes Sanitarios. Valladolid 2012
¿Cuánto tiempo llevas? Desde hace 5 años soy Director Médico del Hospital de Aranda de Duero, que pertenece ala SanidadPúblicade Castilla y León (Sacyl). Anteriormente trabajé en geriatría. También soy especialista en Bioética por la Universidadde Valladolid y Master en Dirección Médica y Gestión Clínica porla Universidada Distancia y la Escuela Nacional de Sanidad. ¿Qué ha sido lo mejor?
Para mí lo mejor ha sido la última etapa, que está dedicada a la gestión, porque desde ese puesto en un hospital comarcal estás muy cercano tanto a los profesionales como a los pacientes. Tienes la oportunidad de mejorar las cosas, aproximando la oferta a la demanda. Hemos de intentar mejorar el sistema público de salud implicando a profesionales y a pacientes. De hecho, en el trabajo que hemos presentado a los premios, lo que destacamos es que en un hospital comarcal es más fácil tener acceso a las demandas de los pacientes y a las posibilidades que los profesionales pueden ofrecer; y es más fácil también la relación informal de los profesionales entre sí. En los hospitales grandes quizá es más difícil esa conexión.
¿Qué ha sido lo peor? Lo peor es cuando algunas veces te encuentras con falta de vocación profesional, con que los valores que se presuponen en medicina quedan un poco desdibujados, prevaleciendo otros intereses que deberían ser secundarios. La vocación hay que cultivarla y, si no, va para atrás. Son casos aislados, pero a veces te encuentras compañeros en los que otros valores predominan sobre el valor vocacional primordial, que es la atención al paciente. ¿Cómo ve el futuro? Creo que ahora mismo estamos ante una encrucijada decisiva. O todos damos un paso adelante en la responsabilidad y en la solidaridad para mantener el sistema tal y como lo entendemos; o nos decantaremos por el sálvese quién pueda y el sistema se irá deteriorando. La permanencia del sistema, el mantenimiento del Estado del Bienestar, es algo que podemos destruir nosotros mismos, tanto pacientes como médicos, porque hemos abusado de él y no hemos sabido ser responsables. Si no lo salvamos iríamos a otro modelo, como el de Estados Unidos, donde a pesar de que el gasto sanitario es enorme, la cobertura social y el estado del bienestar son muy pequeños, con unas grandes bolsas de marginalidad; allí prima la economía. Por tanto, estamos en una bifurcación: salvar el sistema entre todos o que el sistema se desvanezca. Y no es cuestión sólo –ni mucho menos- de meter dinero. Habéis participado en las Undécimas Jornadas. ¿Cómo las habéis vivido? ¿Qué ha supuesto ganar el segundo premio en comunicación con el trabajo “Radiografías necesarias: Análisis coste-beneficio en las exploraciones realizadas 2010-2011”?
En cuanto a cómo hemos vivido las Jornadas, hemos percibido una llamada a la responsabilidad, a actuar. El diagnóstico ya está hecho. Ahora toca el tratamiento. Hay un principio muy curioso en medicina y es que la buena medicina es más barata que la mala. Eso es muy importante y lo hemos demostrado en nuestra comunicación; creo que por eso nos han dado el segundo premio. Nuestra premisa de salida no era ahorrar, sino evitar radiografías innecesarias que perjudican al paciente. El punto de partida no debe ser el ahorro, sino mejorar la calidad, y como consecuencia, hay un ahorro. Si haces una medicina de calidad, hay muchas radiografías que no necesitas hacer. Hoy en día los especialistas tendemos a defendernos ante hipotéticas reclamaciones con muchas pruebas complementarias, aunque intuyamos que no están indicadas. Además, es más cómodo decir que sí, que informar al paciente de que algo le perjudica y no es necesario para el diagnóstico. Hacer buena medicina implica formar al paciente y, por parte del radiólogo, formar al compañero especialista cuando pide cosas que no están indicadas. Esto supone un ahorro de radiaciones innecesarias al paciente y un ahorro de recursos al sistema. Nuestra conclusión es que si hubiéramos evitado radiografías innecesarias, habríamos ahorrado en un año unos doscientos mil euros solamente en radiografías convencionales y en un hospital pequeño como el nuestro. En definitiva, el punto de partida tiene que ser hacer una medicina de calidad con arreglo a los protocolos internacionales y, así, beneficiar al paciente y como consecuencia al sistema. Tras ganar el segundo premio y después de la exposición del trabajo que hicimos, varios gerentes de hospitales se acercaron a pedirnos la comunicación con la idea de estudiarla y aplicarla en sus centros. Porque otra gran ventaja de nuestra comunicación es que es fácilmente aplicable. |
“En un hospital comarcal es más fácil detectar las demandas de los pacientes y las posibilidades de los profesionales; en los hospitales grandes posiblemente es más difícil esa conexión” “La permanencia del sistema, el mantenimiento del Estado del Bienestar, es algo que podemos destruir nosotros mismos, tanto pacientes como médicos, porque hemos abusado de él y no hemos sabido ser responsables.” “Hay un principio muy curioso en medicina y es que la buena medicina es más barata que la mala” |