21-04-2021
Entrevista a Jaime del Barrio Presidente de la Asociación Salud Digital (ASD) Jaime del Barrio es profesional de la Medicina con una amplia experiencia en al área de la digitalización de la salud. Actual presidente de la Asociación Salud Digital (ASD), fue reconocido como “Personalidad Digital del Año 2020” en los premios SaluDigital del grupo Mediforum. En esta entrevista, habla en profundidad de la transformación digital del sector sanitario, desde la perspectiva de los profesionales, los gestores, las empresas y los pacientes. La pandemia COVID-19 ha puesto de manifiesto la utilidad de las tecnologías de la información en el sector sanitario. ¿Qué ventajas aporta la digitalización de la salud para los profesionales sanitarios en este contexto? ¿Y para los pacientes? La digitalización de los sistemas sanitarios contribuye decisivamente a su sostenibilidad y a la optimización de los recursos sanitarios, siempre limitados, avanzando en la medicina 5P (predictiva, preventiva, personalizada, participativa y poblacional) gracias a la analítica de datos y la inteligencia artificial, que nos permiten conocer en tiempo real la situación de cada paciente y nos ayudan no solo a diagnosticar y tratar enfermedades, sino también a planificar (en base a los resultados) en salud individual y colectiva tras el uso de productos y servicios sanitarios. En definitiva, la digitalización sanitaria aporta soluciones a los problemas de salud en momentos puntuales. ¿Qué papel juega la digitalización sanitaria en la prevención y la promoción de la salud de las personas? De momento es un papel pequeño, pero en poco tiempo será un papel fundamental, ya que la cantidad de datos (big data) que moviliza un sistema sanitario es actualmente imposible de almacenar, clasificar, extraer valor… en definitiva, gestionar, si no es de la mano de las nuevas tecnologías como la digitalización. La digitalización es el mejor aliado de la humanización, ya que su uso posibilita que el tiempo en la relación médico-paciente sea un tiempo de calidad y no de lucha contra la tecnología. ¿El uso de las tecnologías de la información en los procesos sanitarios proporciona ventajas clínicas y/o mejores resultados en salud? ¿Hay evidencias? Sí. Es verdad que los médicos antes de incorporar a nuestra práctica clínica un producto o servicios sanitario necesitamos evidencia científica, pero en este momento ya podemos encontrar numerosos artículos en revistas de impacto que ponen en valor el uso de las nuevas tecnologías en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, en cuanto a resultados de salud se refiere y reducción del coste en la mayoría de las enfermedades, siendo más significativo en la enfermedades crónicas que, por cierto, son este momento la más prevalentes. ¿Ha impulsado la crisis pandémica actual los procesos de transformación digital en las instituciones sanitarias? ¿Supone este nuevo contexto un estímulo para la digitalización de la salud en nuestro país? Sin lugar a dudas, en un año hemos avanzado más que en los cinco años anteriores. El reto es ver cuánto de ello incorporamos a nuestros sistemas sanitarios una vez pasada la crisis. Hemos de ser optimistas en ello, pero al mismo tiempo trabajar para que esto ocurra, cada uno en el ámbito de sus responsabilidades y competencias; si no lo hacemos, veremos ante nosotros una bajamar digital. Habrá corrientes que tiren hacia atrás, pero esperemos que sean las menos y se contrarresten con una pleamar digital permanente. Puede existir la tentación de identificar soluciones que han funcionado como algo coyuntural porque así nacieron, pero hemos de hacer rápidamente una traslación para que se consideren estructurales e identificar los soportes que las harán posibles. La oportunidad existe ahora, más adelante será tarde y habremos perdido de nuevo el tren de la innovación en salud. La digitalización de la información ha cambiado la forma de vida de la sociedad moderna. ¿Por qué esta transformación no se ha implementado aún en los servicios de salud? ¡Eso me pregunto yo! Sigo sin encontrar un motivo único y racional, a pesar de haberlo preguntado en innumerables ocasiones y a perfiles de todo tipo. El entorno es digital, las personas (independientemente de su edad y condición social) son digitales, como así lo han entendido otros sectores hace tiempo. Somos el segundo país del mundo en penetración de teléfonos inteligentes por detrás de Singapur y la salud es lo más importante para todos sin excepción; sin embargo, el ciudadano y el paciente nos buscan en internet, en las redes sociales y no nos encuentran, posibilitando la aparición de elementos, si no nocivos, cuanto menos fraudulentos, al dejar este espacio libre de referentes cualificados en salud. Esto es una grave irresponsabilidad por nuestra parte. ¿Cuál era la situación anterior al COVID-19 en materia de digitalización sanitaria en España? ¿Estaban las tecnologías de la información integradas en la rutina de trabajo de los hospitales y centros sanitarios? El grado de madurez digital en el Sistema Nacional de Salud, de todos sus agentes (profesionales sanitarios, gestores, pacientes, ciudadanos…), era manifiestamente mejorable, como así lo atestiguan los diferentes estudios que se hicieron en comparación con otros sectores y que lo situaban muy abajo, no sólo en su uso sino también en su conocimiento más básico. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, tal y como corresponde a este momento de desarrollo, no estaban (y siguen sin estarlo) en el día a día de nuestros centros sanitarios, tanto de atención primaria como de especializada, salvo excepciones. Hay mucho campo de mejora que pasa por un mejor conocimiento de la posibilidades y experiencias existentes, un análisis de la situación actual y, teniendo en cuenta las tendencias, establecer una estrategia con sus correspondientes recursos en la que quede claro el liderazgo y su evaluación continua. Pasando todo lo anterior por una necesidad de formación (no especializada, sino específica) y la inclusión de nuevos perfiles profesionales, entre otros, aquellos procedentes del mundo de los datos. ¿Cree que actualmente los directivos sanitarios poseen las competencias digitales necesarias para este proceso de transformación? En este sentido, la Fundación Signo va a impulsar un estudio sobre competencias digitales de los directivos sanitarios. En su opinión, ¿que sería lo esperable como resultado? Los directivos sanitarios, salvo excepciones, no tienen formación en competencias digitales ni experiencia digital, y la causa habría que buscarla inicialmente en la ausencia de formación en estos campos en cualquier nivel (pregrado, postgrado, formación continuada…). Luego, en una falta de necesidad en ello y por otra priorización de sus recursos, e incluso de curiosidad por el entorno digital que nos rodea a todos (incluidos los profesionales sanitarios y en el que los pacientes ya están hace tiempo y no nos encuentran). Y, por último, no podemos esperar más, la crisis sanitaria nos ha sacado los colores en cuanto a madurez digital se refiere y no podemos seguir con soluciones coyunturales, que son eso, coyunturales, y hemos de ir a por soluciones estructurales de un sistema sanitario que necesita urgentemente adaptación al cambio y liderazgo, pasando por la formación y capacitación necesarias para ello. En una entrevista reciente para el diario online PlantaDoce comentaba que “las organizaciones sanitarias que tenían un grado de madurez de su sistema digital [antes del COVID] han dado una mejor respuesta [ante la situación pandémica]”. ¿Cómo pueden las organizaciones que aún no lo han hecho poner en marcha este proceso de transformación digital? En primer lugar, no cometiendo errores y para eso lo mejor es analizar qué se necesita y buscar para ello las mejores soluciones, y no me refiero solo a tecnología, me refiero también a personas que lo hagan posible y al cambio organizacional necesario. Digitalización es un concepto holístico en el que se tiene a las nuevas tecnologías como un medio y no como un fin, no es lo mismo que informatización que es algo muy concreto, aunque a estas alturas todavía hay quien lo confunde. ¿Cómo prevé el futuro de la digitalización de la salud en nuestro país, considerando cómo la pandemia ha puesto en evidencia esta necesidad? La digitalización de la salud pasa por eso, por digitalizar todos los procesos de la atención sanitaria, pero también su integración con la salud pública, la investigación básica y aplicada, la colaboración con las empresas que trabajan en productos y servicios sanitarios, sin olvidarnos de los ciudadanos y los pacientes, para que todos sin excepciones conformen un ecosistema disruptivo e integrador en el que los datos fluyan y nutran a la inteligencia artificial, que será nuestra mejor aliada. No haría falta citarlo por ser incuestionable, pero los principios de nuestro Sistema Nacional de Salud como son la universalidad, equidad en el acceso, etc. se verían reforzados, y la ciberseguridad y privacidad estarían presentes en todas las soluciones. ¿Cómo puede la Administración Pública impulsar la transformación digital en las empresas sanitarias? Liderando una Estrategia Digital del Sistema Nacional de Salud, inclusiva, contando con la colaboración público-privada. Ya es urgente y necesaria, esperemos que la Secretaría General de Salud Digital, Información e Innovación del SNS aúne este reto lo antes posible, ya vamos tarde, muy tarde. El no hacerlo no es una opción, la salud afecta al 100% de la población y si su atención no la hace quien tiene que hacerla, alguien la hará y luego será más difícil, y a veces imposible, reconducir determinadas derivas no deseadas. ¿Qué modelos o sistemas de salud pueden ser referentes para España en el proceso de transformación digital en Sanidad? Nuestro Sistema Nacional de Salud ha venido siendo, en los últimos años, un referente internacional y tiene mimbres para seguir siéndolo, pero siempre y cuando se ponga las pilas de la digitalización. Podemos tomar como modelo iniciativas concretas de otros sistemas sanitarios, pero si vamos a una digitalización de toda la población, nuestros referentes podríamos encontrarlos en los países escandinavos, que llevan años de desarrollo y en los que podemos ver los beneficios en la salud individual y colectiva de sus experiencias. Es estos países, los pacientes están conectados en remoto y en tiempo real con sus profesionales sanitarios de referencia a través de diferentes plataformas, todas integradas e integrales. ¿Qué papel juegan los gestores sanitarios en el proceso de transformación digital del sector salud? ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan para lograr una adaptación eficaz al mundo digital? Juegan un papel fundamental y decisivo, su papel siempre lo ha sido, pero ahora se enfrentan a nuevos retos, no sólo el de la digitalización ?que va a ser su mejor aliado?, sino el de la cronicidad y el de la longevidad, ambos con requerimientos en calidad de vida, al mismo tiempo que reciben a unos ciudadanos y pacientes cada vez más involucrados en su salud y en su enfermedad, teniendo en medio a los profesionales sanitarios que hacen frente a estos cambios desde el cansancio, la obsolescencia y solamente superando retos con éxito gracias a su ética y profesionalidad. Pero los gestores han de acometer urgentemente cambios estructurales y no solo coyunturales, el entorno ha cambiado y no pueden ser ajenos a ello. La adaptación eficaz al cambio vendrá una vez se reconozca su existencia, se estudie la situación de partida, las demandas actuales y las tendencias inmediatas para, en base a ello, desarrollar una estrategia que les permita afrontar esta nueva realidad y evaluar los resultados de sus acciones, teniendo por el camino que contar con los profesionales sanitarios, con su complicidad, pero también con una formación necesaria. La transformación digital en salud no es una cuestión sólo de tecnologías, sino de (y principalmente) personas, sin ellas no hay cambio exitoso posible. Desde el punto de vista de la gestión, ¿cómo puede la transformación digital contribuir a la evaluación de los resultados de salud? ¿Influye en los costes derivados de los procesos sanitarios? La transformación digital, la digitalización, es la mejor aliada de los gestores sanitarios, me atrevo a decir que en los próximos años, pero desde ya, una aliada necesaria y oportuna. En una economía de los datos, la salud es uno de los sectores que más aporta a ella, es imposible una mínima funcionalidad como lo hemos venido haciendo hasta ahora ignorando esta realidad, y es algo imparable. A los datos de filiación de cada paciente en su Historia Clínica Digital, hemos de ir incorporando en tiempo real datos de su genoma, antecedentes personales y familiares, de imagen, analíticos, etc., de diferentes pruebas y estudios complementarios, pero también aquellos derivados de su estilo y calidad de vida, incluso de su estado emocional. En definitiva, tal cantidad de información que en este momento es imposible integrar sin la ayuda de las nuevas tecnologías aplicadas a la salud, preservando siempre para el profesional sanitario, normalmente el médico, la última palabra en cuanto a impresión diagnóstica y propuesta terapéutica se refiere. Las nuevas tecnologías (automatización, robotización, inteligencia artificial…) nunca sustituirán al médico, pero sí pueden ayudarle a que desarrolle mejor su labor gracias también a la telemedicina. En la medida que integremos en tiempo real (telemonitorización) los resultados en salud (a nivel individual, pero también a nivel colectivo) podremos optimizar mejor los procesos sanitarios, lo que nos permitirá no sólo dar una mejor asistencia sanitaria, sino también planificar mejor nuestros recursos, tanto humanos como materiales. El uso de la innovación y tecnología sanitaria para la transformación de procesos y mejora de la calidad asistencial y los costes, es una de las áreas preferentes de nuestra fundación. ¿Qué nos recomiendas en este sentido? En primer lugar, os felicito por ello y os deseo éxito, porque es lo que toca en este momento y serán unos de los artífices del cambio, además de la formación de los profesionales y su adaptación al cambio paradigmático en el que estamos inmersos. No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época, de la mano de la globalización, la digitalización y las nuevas tecnologías, en la que las personas y los profesionales sanitarios seguiremos teniendo un papel decisivo, pero nos lo tenemos que creer y avanzar en este sentido. La Asociación Salud Digital (ASD) y la Fundación Signo tienen experiencia de colaboración mutua y van reforzar esta mediante un acuerdo. ¿Qué cree que aportará esta alianza? Desde la ASD somos partidarios de las alianzas estratégicas con aquellas organizaciones con las que tenemos fines compartidos, siempre y cuando las dos partes así lo vean y sean capaces de dibujar los objetivos correspondientes para la consecución de las mismas, teniendo en cuenta que los recursos son siempre limitados. Lo podríamos resumir con el proverbio siguiente: “Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”, al que añado: “y mucho mejor de una buena compañía”; y en este sentido, hemos de recordar que en salud las prisas no son buenas consejeras, y que tampoco hay atajos. |
“Podemos encontrar numerosos artículos en revistas de impacto que ponen en valor el uso de las nuevas tecnologías en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades”.
“La crisis sanitaria nos ha sacado los colores en cuanto a madurez digital se refiere y no podemos seguir con soluciones coyunturales, hemos de ir a por soluciones estructurales de un sistema sanitario que necesita urgentemente adaptación al cambio y liderazgo”.
“No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época, de la mano de la globalización, la digitalización y las nuevas tecnologías, en la que las personas y los profesionales sanitarios seguiremos teniendo un papel decisivo”.
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