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Javier Elola
Director General Elola Consultores
¿Cuánto tiempo llevas?
Es difícil marcar una fecha de comienzo. Desde que tenía siete años quería ser médico, en el 74 terminé la carrera y, desde el 83, estoy en cuestiones administrativas y de gestión. Esos podrían ser los tres grandes hitos. Fui médico asistencial desde el 74 hasta el 83, hice la residencia en la Concha y después fui médico adjunto de cardiología en el Hospital Nuestra Señora del Pino (Las Palmas). Desde el 83, estoy en gestión, tanto en el sector público como privado.
La época de actividad en el sector público la recuerdo con gran cariño. Estuve de Director General de Aseguramiento y Planificación Sanitaria. Tenía un equipo fabuloso. Fui jefe de Gabinete del Secretario General de Asistencia Sanitaria desde 1986 a 1990, y posteriormente Director General desde el 91 hasta el 93. En el 94 estuve un año y medio en la escuela de salud pública de la Johns Hopkins University como visiting professor. Terminé mi período en el sector público como Director Provincial del Insalud de Madrid, en 1996.
En el sector privado, he hecho bastantes cosas. Lo primero fue trabajar en una empresa de consultoría de hospitales, que se llamaba CODEH, una empresa pionera en España, que había creado Elvira Guilera. Trabajé allí como Director Internacional, dedicado fundamentalmente a proyectos en América Latina, en donde tuvimos una intensa actividad. Cuando CODEH se escindió se creó CODEH Internacional, donde yo era socio y Director Técnico de la empresa. CODEH Internacional tuvo la concesión de un hospital público, el Nuevo Hospital “El Milagro”. La experiencia en ese hospital fue muy importante, porque teníamos la responsabilidad integral de la gestión (asumiendo riesgo empresarial) y lo desarrollamos como un hospital basado en unidades de gestión clínica. Con este proyecto ganamos el Premio Barea en su tercera edición (2004). Después, cuando CODEH Internacional se agotó, he colaborado con mi empresa con las administraciones públicas en España y con el sector privado también, sobre todo en los proyectos de concesión administrativa pública de hospitales.
¿Qué ha sido lo mejor?
Cada actividad tiene su atractivo. En el trabajo que he realizado, he encontrado satisfacciones casi siempre, pero como he comentado, una época muy gratificante fue cuando estuve de Director General de Aseguramiento y Planificación Sanitaria, porque tenía un equipo fabuloso, con Ángel Pérez, Paco Sevilla, Asunción Prieto, Pepe Esteban, etc.
Había gente muy buena en ese equipo y en otra direcciones generales del Ministerio que colaborábamos juntos, especialmente la de Presupuestos, dirigida por Luis Espadas, así como con los equipos directivos del INSALUD. Fue una época muy rica en todos los sentidos, profesional y personalmente; además, fue una época en la que se introdujeron herramientas muy importantes en el Sistema Nacional de Salud, que siguen estando vigentes hoy en día, entre ellas, la contabilidad de costes y el proyecto signo, los contratos de gestión, la introducción de los GRD, etc. Otra época que tengo que destacar es la de la gestión integral del Nuevo Hospital “El Milagro”, en la que levantamos un proyecto pionero con la colaboración de los médicos y expertos argentinos y españoles.
¿Qué ha sido lo peor?
Casi siempre se me olvida lo peor, aunque creo que lo peor fue la causa por la que se ha disuelto CODEH Internacional.
¿Cómo ves el futuro?
Actualmente, estamos atravesando una etapa que se parece mucho a la que analicé en mi primer libro, que fue Crisis y Reforma de la Asistencia Sanitaria Pública en España, del año 91. Estamos atravesando una época con contexto parecido, con una crisis económica importante.
En mi ultimo libro, un trabajo elaborado para el Consejo Económico y Social de Asturias, hago un repaso de la evolución del Sistema nacional de Salud desde su creación hasta la actualidad. El futuro de la sanidad y del país depende de la capacidad que todos tengamos de ver claramente ese futuro, de afrontar los retos, de no taparnos los ojos y de abordar las tareas necesarias. Según respondamos, saldremos fortalecidos o no. Eso fue lo que se hizo a finales de los 80 y se reforzó el Sistema Nacional de Salud. Me gustaría ver un empuje similar. Es una época difícil, pero podemos sacarlo adelante si somos serios y rigurosos.
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El futuro de la sanidad y del país
depende de la capacidad que
todos tengamos dever clarament
ese futuro,de afrontar los retos,de
no taparnos los ojos y de abordar
las tareas necesarias.
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