Valor en salud
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Actualidad - Entrevistas

21-12-2010

Julio Bou
Director General. GESTNOVA TECNIC

¿Cuánto tiempo llevas?

Gran parte de mi vida profesional la he dedicado al sector de las tecnologías en la salud. Concretamente, me incorporé al Hospital de Bellvitge “Princeps d’Espanya” como Responsable de Sistemas y de Organización en el año 1.982. Anteriormente ya había tenido experiencias laborales con el sector, , especialmente en mi fase como personal de la Universidad Politécnica de Catalunya, donde trabajé, en otras cosas en el uso a aplicaciones a estadísticas a la recogida y proceso de datos clínicos, pero mi paso a la dedicación absoluta al sector de la sanidad fue en el año 1.982 y desde esa fecha llevo dedicándome profesionalmente a este sector.
Quiero comentar que mi experiencia laboral en el sector ha sido muy diversa y me ha permitido verlo desde diferentes perspectivas. He trabajado en un hospital, llevando las TICs dentro de la organización de un hospital, en los servicios centrales de una comunidad autónoma, donde gestionamos todos los temas de la sanidad pública de la comunidad, en la industria proveedora de equipamientos electromédicos para el sector salud, también en la industria proveedora de servicios informáticos, y últimamente estoy trabajando en una empresa proveedora de consultoría. Por tanto, creo que he vivido muchos aspectos de la gestión sanitaria y  he visto el sector desde diferentes puntos de vista.
En cuanto a mi formación, soy ingeniero industrial, pero también , curiosamente hice cursos de otras facultades; en la Facultad de Geografía e historia y en la Escuela de Arquitectura. Después hice los  cursos de doctorado en temas de informática. Respecto a la formación en  temas de gestión y administración, ya que  he tenido que trabajar en muchas empresas del sector, por lo que he tenido que realizar muchos cursos de especialización a lo largo de mi carrera profesional.

¿Qué ha sido lo mejor?

Creo que el sector, aunque nos quejemos mucho de él, es agradecido en algunas cosas. Por ejemplo, cuando consigues implantar una idea o una nueva forma de trabajo, ves que esto llega, tanto a los profesionales como a la sociedad. Es agradecido porque ves como tu trabajo está influyendo en la mejora de unos servicios o de unos procesos y realmente lo vives y lo palpas.
En cuanto a los sistemas de información, por ejemplo, ves “el antes” y “el después”: ves cómo antes de implantarlos,  los pacientes tenían ciertos problemas para acceder a los servicios sanitarios y cómo después de implantar los proyectos, estos pacientes tienen mucha más accesibilidad al sistema o en el caso de los profesionales técnicos pueden acceder mejor a la información de los pacientes; así personalmente y profesionalmente ves cómo todos los circuitos mejoran y se abren nuevas posibilidades en la prestación de los  servicios.
Ver estos cambios en los procesos sanitarios es muy agradecido,  como por ejemplo temas como la implantación de la tarjeta sanitaria, implantación del CMDB,  o este tipo de proyectos que, a la larga, han traído cambios en la forma en la que se están prestando los servicios sanitarios por la administración pública. Creo que es muy enriquecedor cuando haces cosas y tienen estos retornos sociales tan importantes, es muy motivador.

¿Qué ha sido lo peor?

Lo peor siempre ha sido la lentitud para poder hacer los cambios. Creo que todos tenemos muchas ideas, vemos cosas que van mal y tenemos ideas para mejorarlas. Nos gustaría mejorar, pero hay barreras de derechos adquiridos, de profesionales que no quieren cambiar, de dificultad de mover  el dinero de un, de un epígrafe presupuestario a otro,  de dificultad de no pasarte del presupuesto anual..
Es decir, lo peor de este sector es que muchas de las ideas no llegan a analizarse porque las organizaciones, la administración o algunos profesionales ponen barreras a que estos cambios tengan lugar.
En algunos aspectos, es un sector que tiene miedo al cambio organizativo , aunque no hablo de los profesionales técnicos, que tienden aceptan más fácilmente el cambio tecnológico y la  innovación. Cuando hay cambios en la administración, en las formas de trabajo, en la organización, en sanidad cuesta mucho que todos lo acepten. Esto es lo que a veces te desmotiva.

¿Cómo ves el futuro?

En el sector salud, lo difícil es la gestión de costes y adecuar el gasto sanitario a unos indicadores acordes con el país. Sabemos todos que esa caja que es la sanidad, es  una caja en la que hay que ir continuamente poniendo  dinero y es muy difícil ayudar a arreglar esta tendencia.
Creo que el propio mundo y la evolución nos van a indicar el camino, no sin antes habernos  pegado algunos tortazos, uno de los caminos para controlar el gasto sanitario es que necesitará mucha ayuda del ciudadano. El ciudadano o el paciente es uno de los agentes que interactúan en la sanidad y que aunque pertenecen  a  proceso, es al que menos le exigimos trabajo; en este sector  le exigimos a la administración, a los proveedores, a los profesionales, pero al paciente, que es el principal responsable de su enfermedad y el que más podría hacer para sanar, no le exigimos que trabaje.
Particularmente  estoy hablando del paciente crónico, porque el paciente crítico es menos gestionable. El paciente crónico, que va a estar en el sistema tantos años, tendría que ser más proactivo a la hora de colaborar en la mejora de su salud, y ahí es donde todos tenemos que trabajar, en todas las técnicas de gestión de la enfermedad, de seguimiento de pacientes crónicos, porque esto va a suponer ahorrar dinero. Si podemos frenar a los pacientes crónicos antes de que se conviertan en pacientes críticos, es donde tenemos el gran ahorro de la sanidad. Eso va a obligar a cambiar muchas cosas, a pensar en presupuestos para hospitales, para atención sanitaria, etc., para poder controlar el gasto sanitario.

¿Cómo crees que la Fundación Signo podría colaborar en estos aspectos a través de nuestra página web?

Es importante que la Fundación también vea a los pacientes como parte del sistema. Aunque es una web y una fundación dedicada a los profesionales, habría que pensar de qué manera los pacientes pueden ayudar a mejorar la gestión de los centros. La Fundación tiene el importante papel de ayudar al cambio.

Lo peor de este sector es que muchas de las ideas no llegan a analizarse porque las organizaciones, la administración o algunos profesionales ponen barreras a que estos cambios tengan lugar

Creo que el propio mundo y la evolución nos van a indicar el camino, no sin hacernos pegar algunos tortazos, pero sí que es importante para el control del gasto sanitario que haya mucha ayuda del ciudadano