Valor en salud
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Actualidad - Entrevistas

05-01-2023

Rosario Azcutia Gómez

Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid)

Premio 19.ª edición de los Premios Profesor Barea 2021 en la modalidad “Gestión de la pandemia COVID-19 en la atención social y sanitaria”

 

COVID-19: una oportunidad para avanzar en la atención sociosanitaria. Experiencia del Hospital Universitario 12 de Octubre y su zona de referencia

Autores: Autores: Autores: Dña. Rosario Azcutia Gómez, Dña. Sara Fernández Villaseca, Dña. Maria José del Olmo Rubio, D. Pablo Serrano Balazote, Dña. Lorena Castro Arias y Dña. Olga Serrano Garrote

Rosario Azcutia Gómez, directora de Continuidad Asistencial del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, fue la encargada de recoger el premio al trabajo COVID-19: una oportunidad para avanzar en la atención sociosanitaria. Experiencia del Hospital Universitario 12 de Octubre y su zona de referencia en la 19. ª Edición de los Premios Profesor Barea de la Fundación Signo. Estos galardones reconocen la labor de personas e instituciones que trabajan en proyectos inéditos o experiencias novedosas, finalizados o en fase avanzada de desarrollo, que suponen una mejora sustancial en la gestión y evaluación en salud.

 

Este trabajo (impulsado por el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid) ha rediseñado la atención sociosanitaria a los mayores después del coronavirus, mediante el apoyo clínico y la provisión de recursos materiales a las residencias geriátricas, entre otros. ¿Puede exponer de forma breve en qué consiste este proyecto y cuál es el estado en el que se encuentra su implementación?

 

Básicamente lo que supone es la coordinación entre las residencias de la zona de referencia del Hospital Universitario 12 de Octubre (H12O) con los geriatras de dicho hospital para el apoyo clínico y la unidad de continuidad asistencial para el apoyo organizativo y de comunicación. Además, participan la Unidad de Atención a Residencias (UAR) de Atención Primaria y Salud Pública de la zona.

Para ello, se disponía desde la prepandemia de correos, teléfonos, reuniones de coordinación… y a partir de esta del uso de la Telemedicina para la resolución de dudas clínicas o la optimización del circuito previo de entrega de material y/o tratamientos intravenosos que eviten ingresos o derivaciones innecesarias.

En los primeros momentos de la pandemia se implementaron en nuestra historia clínica localizadores que permiten identificar en cada momento los pacientes que se encuentran en el hospital procedentes de cada una de las residencias y en qué lugar están ubicados. También de la pandemia son algunas ayudas al alta que nos han permitido planificar las mismas con seguridad, evitando que los pacientes que se iban del hospital pudieran ocasionar brotes por contagio del coronavirus.

Desde la pandemia estamos en fase de despliegue de desarrollos informáticos que permitan la visualización de parte de la historia clínica de forma que se facilite la resolución de los profesionales desde las residencias.

Finalmente, se ha implementado una estrategia de formación programada y consensuada a petición de las necesidades transmitidas, en la que participan profesionales sanitarios del hospital y de las residencias. Finalmente, se han consolidado las reuniones de coordinación y la integración de varios profesionales de las residencias en algunas comisiones propias del hospital.

El trabajo se enmarca en el contexto de la pandemia de COVID-19, que ha incidido especialmente en la población anciana, con el objetivo inicial de optimizar la atención integral a los residentes de los centros sociosanitarios mediante la coordinación con los diferentes ámbitos y profesionales que los atienden (hospital, Atención Primaria y Salud Pública). ¿Cómo surgió la idea de este proyecto?

Realmente el H12O tiene una larga tradición de trabajo en coordinación con las residencias de la zona. El programa de entrega de medicación en la urgencia, las reuniones bianuales de coordinación y el correo de comunicación eran previos a la pandemia. Esta, sin embargo, obligó a una optimización en la accesibilidad. En la Comunidad de Madrid se facilitó la comunicación 12 horas todos los días de la semana con los geriatras de enlace de los hospitales. En el H12O este mismo horario se ofreció por parte de la Dirección de Continuidad Asistencial para la gestión de otros temas no clínicos, con Atención Primaria (AP) y Salud Pública.

¿Cuáles fueron las principales necesidades detectadas que pusieron de manifiesto la idoneidad de llevar a cabo un proyecto como este? ¿Cómo se ha dado respuesta a esas necesidades?

En los primeros momentos, como en todos los niveles y dispositivos, hubo una cierta carencia en algunos medios de protección. En general, el material era suministrado desde otros dispositivos del sistema, pero siempre se dio apoyo en la gestión de las necesidades independientemente de su naturaleza. Además, la incertidumbre ante la situación hacía fundamental el trabajo de “lectura compartida” de los numerosos protocolos, incluyendo a Salud Pública y AP, de manera que la seguridad y efectividad fuese máxima. Esta labor de compartir actitud fue muy importante en un medio que sufrió especialmente el azote del virus y en momentos de mayor escasez y rotación aún más de lo habitual en los recursos humanos de las residencias.

Este trabajo ha tenido resultados positivos tanto dentro del propio hospital como entre los diferentes niveles asistenciales. ¿Cuáles son los resultados más destacables y qué implicaciones tienen en la calidad asistencial del paciente geriátrico?

 

Uno de los datos que se monitorizó durante toda la pandemia fue las diferencias de mortalidad entre pacientes que acudían desde su domicilio particular y desde las residencias, ajustados por variables sociodemográficas y de morbilidad. En ningún momento de la pandemia hubo diferencias entre ambos grupos.


Aunque al principio de la primera ola hubo una cifra elevada de defunciones en algunas residencias por los contagios exponenciales en un medio de pluripatología y fragilidad, nuestros datos revelan que los pacientes que se atendieron en el hospital no tenían distinto pronóstico en función de cuál fuese su domicilio.

Entre otros, en el marco de este proyecto se ha llevado a cabo una monitorización de los resultados en salud. ¿Qué aporta el trabajo al ámbito de la gestión y/o la evaluación de resultados en salud?

Aporta, en primer lugar, que los pacientes han estado identificados en el hospital, incluyendo las urgencias, por lo que las actividades pueden planificarse proactivamente tanto a la llegada como al alta.

Permite el seguimiento durante el ingreso y la evaluación de variables clínicas, como se hizo durante toda la pandemia.

Facilita el acercamiento de una manera más objetiva y con mirada planificadora sociosanitaria a un segmento de pacientes que habitualmente son conceptualizados fundamentalmente como gastadores de recursos.

¿Qué objetivos de los planteados al inicio del proyecto se han conseguido y cuáles suponen todavía un reto?

Entre los objetivos conseguidos están la mejora en la coordinación sociosanitaria y el inicio en la implementación de herramientas informáticas para mejorar la atención clínica fundamentalmente.

Los mismos objetivos que se han conseguido tienen oportunidades de subir un escalón y estos son sus principales retos: estabilizar/sistematizar unas estructuras organizativas sociosanitarias locales que integren la coordinación con una participación más importante de Atención Primaria y Salud Pública. Además, el desarrollo de sistemas de información integrados y cuadros de mando dinámico y compartido entre todos los actores que intervienen.

¿Qué hace único a este trabajo? ¿Cuáles son sus características más novedosas o diferenciadoras en relación a otros similares?

En primer lugar, poner el foco en lo sociosanitario de una zona local, con todos sus actores implicados.

En segundo lugar, contando con escasos recursos geriátricos (dos al inicio de la pandemia, cuatro al final), optimizar sus respuestas, implicando a numerosos profesionales de otras disciplinas del hospital, coordinando a este con AP y Salud Pública.

El uso de las tecnologías permitió la realización de reuniones frecuentes por videoconferencias, localizadores de los pacientes para organizar circuitos de atención preferenciales, ayudas a la gestión al alta de los mismos y desarrollos informáticos.

Este trabajo se ha llevado a cabo de manera multidisciplinar, con la participación de profesionales y servicios de diferentes áreas (como Geriatría, Continuidad Asistencial, Farmacia, Urgencias, Informática, etc.). ¿Qué supone esto en un contexto pandémico como el provocado por el coronavirus?

Supone una complejidad de coordinación pero una mayor calidad y extensión en las posibles respuestas. La colaboración del Servicio de Informática es una potente palanca para hacer más efectivos los circuitos que se establecen entre todos los diferentes servicios y/o unidades.

La Dirección de Continuidad Asistencial se convirtió en el nexo de unión intra y extrahospitalaria para optimizar las respuestas.

¿En qué medida es aplicable o extensible este proyecto de atención sociosanitaria a los mayores después de la pandemia COVID-19 a otros hospitales, centros u organizaciones de salud?

Considerando la complejidad del H12O, creemos que es absolutamente extensible a otros hospitales, centros y organizaciones de salud.


“En los primeros momentos de la pandemia se implementaron en nuestra historia clínica localizadores que permiten identificar en cada momento los pacientes que se encuentran en el hospital procedentes de cada una de las residencias y en qué lugar están ubicados”.

 

“Facilita el acercamiento de una manera más objetiva y con mirada planificadora sociosanitaria a un segmento de pacientes que habitualmente son conceptualizados fundamentalmente como gastadores de recursos”.

 

"La colaboración del Servicio de Informática es una potente palanca para hacer más efectivos los circuitos que se establecen entre todos los diferentes servicios y/o unidades".