Valor en salud
Valor en salud
Valor en salud

Prensa - Notas de prensa

I Taller de Gestión Sanitaria basada en valor, para medios de comunicación: “El cambio de paradigma debe suponer pasar de medir la “satisfacción” a reorientar los servicios a las expectativas de los pacientes”

14-12-2017

Descargar información

Toledo, España–  El envejecimiento de la población, el aumento de la demanda de servicios sanitarios, la tendencia a la cronicidad y la digitalización están revolucionando la forma de entender y gestionar la asistencia sanitaria. Según los expertos reunidos en el I Taller para medios de comunicación Gestión Sanitaria basada en valor: el reto de conectar tecnología, datos y personas, organizado en Toledo por la Fundación Signo y Philips, este escenario está obligando a una transformación acelerada del sector sanitario, que exige la toma de decisiones coste-efectivas y la creación de valor para las instituciones sanitarias, el sistema y los pacientes. El encuentro, dirigido a profesionales de la comunicación, y apoyado por Asociación Nacional de Informadores de Salud (ANIS), ha puesto en relieve las principales preocupaciones y oportunidades que se presentan al gestor sanitario ante el desafío de la sostenibilidad del sistema.
 

 

Gestión sanitaria basada en valor

La nueva gestión sanitaria pide un cambio de paradigma. Las métricas de volumen de la asistencia (listas de espera, número de camas, número de pacientes…) ya no son suficientes para medir la calidad de la atención prestada y los resultados para la población.El cambio de cultura o de paradigma debe suponer pasar de medir la “satisfacción” (está ya claro que más del 80% de usuarios están satisfechos o muy satisfechos) a trabajar para reorientar los servicios de acuerdo con las expectativas de los pacientes a fin de mejorar su experiencia.”, comenta Josep Pomar, director gerente del Hospital Universitario de Son Espases  (Palma de Mallorca). Opinión que comparte Luis Rodríguez Padial, presidente de la Fundación Signo, “en la sanidad es importante evaluar no solo la actividad que se realiza (sería el volumen) sino los resultados de la misma en el paciente en cuanto a supervivencia y calidad de vida, fundamentalmente y el coste de la misma. Esta sería la sanidad basada en valor”.

 

Una preocupación global que se está convirtiendo en tendencia y que propone un nuevo enfoque para el diseño de la atención sanitaria, basado en un triple reto: reducir los costes per cápita de la atención sanitaria, mejorar los resultados clínicos de la población y mejorar la experiencia de los pacientes.

 

Sanidad centrada en el paciente

 

Suena paradójico pero a pesar de que el paciente es la razón de existir de las organizaciones sanitarias, frecuentemente las mismas operan bajo una lógica que cumple más con las necesidades de la organización que con las de los pacientes. Para ello, es necesario un cambio de cultura organizativa de los centros sanitarios,  un rediseño de los procesos que rompa las barreras asociadas a las rigideces de las administraciones. La propia de la concepción por especialidades (oncología, digestivo, neumología…) dificulta una visión integral y coordinada. Los servicios no comunican entre sí. Es necesario “poner al paciente en el centro y no a los servicios específicos; esto daría sentido a unidades que engloben varios servicios para tratar una patología concreta.”, destaca Padial


 

Por ello, los expertos subrayan la necesidad de incorporar la visión del paciente en el diseño de los espacios y procesos: design thinking; aceptar e integrar la opinión del usuario en la toma de decisiones clínicas de forma que estas sean comprendidas y compartidas; y prestar atención a los procesos de información y comunicación, facilitando que esta sea accesible y comprensible.

En este contexto, Pomar introduce experiencias como la de Sant Joan de Deu con el concepto de  “Hospital Líquido”, el hospital que rompe barreras, que sale de las cuatro paredes y va al encuentro del paciente. 


 

Para ello, la tecnología sanitaria y el concepto de “conectividad sin barreras” que ofrece constituyen una herramienta fundamental para reorientar la gestión de los servicios sanitarios hacia las necesidades de los pacientes y por lo tanto, hacia el valor.

 

Tecnología-datos-personas

Durante el taller sobre gestión, los expertos aclararon que el concepto de seguimiento y control de valor de una tecnología sanitaria debe ser aplicado no solo a los grandes equipos de diagnóstico por imagen, radioterapia…, sino también a la revolución digital que va más allá de la informatización, esto es la revolución de los datos, la inteligencia artificial o internet de las cosas.

 

Las tendencias actuales pasan por la utilización de las tecnologías que facilitan la relación médico-paciente, como las apps de salud, o la telemedicina para la monitorización de pacientes con enfermedades crónicas, para impulsar el seguimiento de pacientes sin barreras y garantizar la continuidad de cuidados. En este sentido, Jaume Raventós, director de Transformación Digital del Grupo QuirónSalud señala que “la implementación de tecnologías como el big data o la inteligencia artificial suponen entender el uso de los datos para generar valor a los profesionales de la salud y los pacientes. De hecho el cambio lo están impulsando los pacientes que llegan a la consulta con una aplicación móvil donde han registrado sus niveles de glucosa, sus constantes vitales, etc.”.   


Los retos de la sanidad actual tienen parte de la respuesta en la gestión de los datos. La inteligencia artificial será la tecnología más impactante en los próximos diez años debido a la enorme cantidad de datos, al gran poder computacional y al avance en redes neuronales profundas.

 

“El sistema sanitario maneja una cantidad ingente de datos. La aplicación de técnicas de inteligencia artificial permitirá aprovechar esta información, resolviendo problemas, descubriendo interacciones desconocidas y generando nuevo conocimiento. Esto permitirá a las organizaciones adaptarse a las necesidades de los pacientes, generar valor y ser más eficientes”, aclara Marisa Merino, directora gerente de la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Tolosaldea de Osakidetza.

 

El modelo del Socio Tecnológico

En esta transformación las empresas tecnológicas son un poderoso aliado en la integración de los sistemas sanitarios y en la transformación de las instituciones hacia un modelo centrado en el paciente. Ignacio López Parrilla, director de Desarrollo de Negocio en Philips y miembro de la Junta Directiva de FENIN,destaca la posición de Philips como socio tecnológico de las instituciones, un partner que trabaja codo con codo con la organización, asesora en la tecnología que mejor responde a las necesidades de sus pacientes y comparte con ella riesgos y resultados, en beneficio de los pacientes. “Philips pone a disposición de las organizaciones herramientas que permiten a los profesionales compartir y gestionar la información clínica, radiológica o histológica del paciente para una mejor toma de decisiones que abunde en diagnósticos precisos, tratamientos menos invasivos, menos agudizaciones y en definitiva mejores resultados de salud.”


Con esta premisa, el Servicio Gallego de Salud emprendió en 2015 un proceso de renovación tecnológica que supuso una adaptación de sus procedimientos para aportar valor y conectividad a pacientes y profesionales e implantando un diálogo competitivo con la industria de tecnología sanitaria. Tal y como detalla Julio García Comesaña, director de procesos asistenciales de la Estructura Organizativa y Gestión Integrada de Vigo (SERGAS) “el paciente gallego dispone de la última tecnología a nivel diagnóstico y terapéutico lo que le permite acceder al mejor servicio asistencial posible en cada momento. Este plan de actuación se implantó de forma continua e incorporada al presupuesto de forma estable para evitar alteraciones coyunturales”.


 

En resumen, la tecnología es capaz de ayudar a responder al triple reto del sistema sanitario, rompiendo las barreras en sanidad, mejorando la conectividad y acabando con los silos en el conocimiento clínico.