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Albert Jovell
Presidente del Foro Español de Pacientes

Embriagados de resignación

El año 2010 pasará a la historia como el año en que el estado del bienestar de los países democráticos se postró de rodillas delante de los mercados. En el año 2011 ese estado bajará la cabeza y se plegará de lleno a los designios de la codicia y la vanidad. Ante esta situación, los sistemas sanitarios deberían considerar que los mercados, tal y como están organizados, son perjudiciales para la salud y la sanidad.

La insaciable avaricia y el cortoplacismo son algunos de sus wikisintomas.Sin embargo, el sector sanitario ha aceptado, con una iatrogénica resignación, la austeridad y los racionamientos secundarios a una crisis que no ha generado y de la que no es responsable. Si seguimos asó en el año 2012 tendremos una tarjeta sanitaria que incluirá el siguiente rótulo: “Su enfermedad perjudica nuestro sistema sanitario. Cuídese solo”. Para entonces la RAE considerará sustituir el vocablo Estado por el de Mercado y nosotros, los responsables de que España tenga una de las mejores sanidades públicas del mundo, nos preguntaremos si la desidia y la resignación que nos afecta son la causa o la consecuencia de la crisis y si mereció la pena ignorar deliberadamente que la sanidad promueve la felicidad, progreso social y desarrollo económico. A aquel que responda estas cuestiones le darán un premio Nobel. Seguro que será de economía…

Medical economics, 28 de enero de 2011