Valor en salud
Valor en salud
Valor en salud

09-03-2011

Josep Pomar
Director  del Servei de Salut de les Illes Balears

PRESIDENTE DE LAS X Jornadas de Gestión y Evaluación de Costes Sanitarios. Palma de Mallorca

¿Cuánto tiempo llevas?

Soy médico y me he formado en gestión sanitaria y en economía de la salud. Ejercí en mis primeros años en atención primaria, pero siempre estuve relacionado con la salud pública, la promoción de la salud y la educación sanitaria. En 1990 me centré definitivamente en gestión sanitaria, siendo primero subdirector de atención primaria. Después, fui gerente de atención primaria hasta el año 98. En el año 99, me incorporé otra vez a Baleares como director de salud pública de la comunidad autónoma. En el 2002 pasé a ser gerente del hospital Son Llàtzer. A continuación, di el salto a Cataluña al Consorci Hospitalari de Cataluña, desde donde trabajé en proyectos internacionales. Desde el 2007 soy el director  del Servei de Salut de les Illes Balears

¿Qué ha sido lo mejor?

Creo que lo mejor ha sido poder compartir proyectos con profesionales realmente extraordinarios, aprender y compartir. La gente y los equipos de los que he formado parte, sin duda son lo mejor. En primer lugar, destaco la etapa de reforma de atención primaria, que fue un proyecto apasionante, donde existía una especial motivación y complicidad entre todos los actores para sacarlo adelante; para mí ha sido una etapa muy importante. En los últimos años, lo mejor ha sido la perspectiva que da dirigir un servicio de salud, teniendo también proyectos punteros, que incluso en época de crisis hemos sabido llevar adelante. Ahora estamos cerrando proyectos de tecnología de la información, que la comunidad autónoma lleva años haciendo y en los que hemos sido punteros. Además, estamos ahora en pleno proceso de apertura de un hospital, que es el nuevo hospital de Son Espases en Palma. En ese punto, creo que es destacable poder centrarnos en cada momento en proyectos o cambios que no sólo solventan los problemas de la inmediatez, sino que tienen una proyección de futuro; esto es lo más importante, no ver sólo el corto plazo.

¿Qué ha sido lo peor?

Creo que la gente que hemos compartido los últimos años de trabajo, profesionalmente hemos visto con preocupación cómo la gestión iba perdiendo protagonismo en el conjunto del sistema de salud. En los últimos años, creo que ha habido un cierto retroceso que ahora, con la crisis es urgente recuperar. Algunas innovaciones, tanto organizativas como de proyectos, se fueron tejiendo en los últimos años de los noventa. Hemos vivido una etapa en la que posiblemente han existido dificultades desde las comunidades autónomas para liderar cambios en modelos de gestión. Pienso que estamos en un año clave para impulsar reformas y cambios, porque en los últimos años ha costado sacarlos adelante.

¿Cómo ves el futuro?

Siempre hay que verlo con optimismo. Nuestro sistema de salud es muy potente y sólido y hay muy buenos profesionales en el campo de la gestión; estos son elementos positivos. No obstante, el futuro va a depender de la capacidad de tomar decisiones consensuadas entre todas las comunidades autónomas y que sean decisiones valientes. La iniciativa debería tomarla el sector que tiene visión y profesionales preparados para ello. Está claro que las soluciones coyunturales como las hemos vivido, los recortes, los ajustes, juegan un papel importante, pero necesitamos algún tipo de cambios estructurales o reformas. Necesitamos sobre todo aprender a usar el sistema sanitario de otra manera, gestionarlo de otra manera, abordar el uso de tecnologías, entrar en los procesos clínicos en profundidad, tratar la pluripatología y la cronicidad y apoyar el liderazgo y el compromiso clínico. El futuro va a depender de esto y de la capacidad de implicar y motivar a los profesionales, vencer reticencias. El sistema será sostenible si somos capaces de convencer al conjunto del país de que hay que reorientarlo de manera importante, aunque sea duro en el corto plazo

Como presidente de las últimas jornadas de la Fundación Signo, que fueron  las décimas y se celebraron en Palma de Mallorca, ¿cómo las viviste?

El proceso de preparación estuvo lleno de muchísima ilusión, con un equipo de personas verdaderamente excepcionales, que tiraron adelante con estas jornadas. Ha sido muy fácil organizarlas en un momento muy difícil. Diría que el impacto fue muy importante e incluso que tuvo una participación que superó las expectativas que teníamos. Debido a la crisis y a los problemas que existen, pensábamos que la participación iba a ser menor. Sin embargo, fue un éxito y hubo un nivel alto en las presentaciones. Todos nos hemos quedado con cuatro o cinco mesas realmente excelentes. Nosotros pensamos, humildemente, que la aportación de Baleares para revitalizar el proyecto Signo ha sido importante; creo que se le dio un impulso en Baleares y esto ha permitido afrontar con ilusión las próximas jornadas, también en esta línea de continuidad. Habría que destacar alguna pequeña innovación, como el uso de las tecnologías de la información en las jornadas, donde se usó el facebook, el twitter, etc., donde intentamos abrir debate a través de la red, y estoy seguro que en el futuro encontrarán ya un sustrato para tener más éxito. Es un momento muy bueno para que las siguientes jornadas afloren estas soluciones compartidas, que deben ser asumidas por una parte importante de nuestro sistema.

Creo que lo peor es que hay una cierta paralización en gestión y, posiblemente ahora, con el problema de la crisis económica, también hay una pérdida de referentes y un desconocimiento de hacia dónde vamos

El sistema será sostenible si somos capaces de convencer al conjunto del país de que hay que reorientarlo de manera importante

Es un momento muy bueno para que las siguientes jornadas afloren estas soluciones compartidas, que deben ser asumidas por una parte importante de nuestro sistema