No repetiré, ni me extenderé, en explicar el grado de envejecimiento de nuestra sociedad, sobre todo en la “Vieja Europa”; esta definición ya toma otro sentido al de quien la creó, que fue en el siglo XXI por parte de los políticos conservadores de los Estados Unidos, de hecho, el primero en utilizarla fue el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, en 2003. Hoy mismo esta expresión nos trae a la realidad de nuestra sociedad, la edad mediana de la población europea ha crecido 2,5 años en la última década y la de los españoles 4,3 años. España es el segundo país de Europa, detrás de Portugal, donde más ha aumentado la edad mediana. La población octogenaria en España se duplicará en 50 años.
Es absolutamente cierto que se ha puesto foco de forma prioritaria en el seguimiento, la monitorización, de enfermedades crónicas, ya que son más frecuentes en personas de edad avanzada, obviamente. Realmente hay que reconocer que, desde los centros de salud y hospitales, hay multitud de proyectos enfocados a esta población que están dando muy buenos resultados, como podemos comprobar en muchos de los congresos de las distintas especialidades y, más recientemente, en el X Congreso Internacional de Salud Digital. Sigo estando convencido de que vamos a seguir avanzando en estos modelos y que van a ser claves en la sostenibilidad del sistema.
Pero existen y van a existir muchos más recursos sociales, y ahí es donde la atención de los proyectos de tecnología digital queda más olvidada hoy por hoy. Tal como comentaba al inicio, vamos a tener que prestar atención a una población que en muchos casos va a estar utilizando estos recursos sociales, estoy pensando en residencias, pisos asistidos, coliving, centros de día, unidades especializadas (Alzheimer y demencias, salud mental…), domicilios, etc. Estoy convencido de que las tecnologías digitales pueden tener un impacto, como lo están teniendo en el sector de la salud, y ayudar a que los procesos en estos recursos sean más eficientes y de mayor satisfacción para los mayores y sus familias.
Creo que en el sector social estamos como hace 10 años en el de la salud, probamos algunas tecnologías, hacemos pilotos, muchos profesionales ni lo entienden ni lo quieren entender y las instituciones estamos muy prudentes en su uso, y algunas lo rechazan directamente. Para mí es un déjà vu de lo vivido en el sector salud.
Como soy optimista, os dejo algunas píldoras de tecnología que estamos identificando en el sector y sobre las cuales creo que vamos a construir un futuro.
- Evidentemente, el primer ejemplo es el seguimiento de residentes a través de tecnología de monitorización y teleconsulta, que permite a los profesionales sanitarios hacer un mejor y mas ágil seguimiento de los mayores, así como comunicarse de forma más rápida y mejor entre los residentes y sus familias.
- Los sistemas de seguimiento de la ubicación a través de GPS o de radiofrecuencia permiten hacer un rastreo de las personas en servicios como la teleasistencia móvil o dentro de la propia residencia. Ya se están utilizando y están mejorando su fiabilidad.
- La realidad virtual, pero, sobre todo, la realidad inmersiva, son tecnologías que se están utilizando para poblaciones y situaciones concretas. Así, en mayores con problemas de agitación o enfermedades neurodegenerativas se están realizando pruebas de mucho valor por los resultados que se están obteniendo.
- Los serious games están representando una herramienta útil para determinadas indicaciones en personas en estadios precoces de enfermedades neurológicas; también, como elemento de prevención y deterioro cognitivo.
- Los sensores IoT están utilizándose tanto en residencias como en domicilios para el seguimiento de las actividades.
- Evidentemente, acabo con la robótica, que esta emergiendo como una tecnología que puede ser de gran ayuda en determinadas situaciones, sustituyendo actividades o ayudando a cuidadores en aquellas tareas más pesadas y repetitivas. También hay algunas experiencias de convivencia entre la persona y la máquina, robot, para paliar la soledad, pero esto es otra historia.
- Los sistemas de seguimiento de la ubicación a través de GPS o de radiofrecuencia permiten hacer un rastreo de las personas en servicios como la teleasistencia móvil o dentro de la propia residencia. Ya se están utilizando y están mejorando su fiabilidad.
- La realidad virtual, pero, sobre todo, la realidad inmersiva, son tecnologías que se están utilizando para poblaciones y situaciones concretas. Así, en mayores con problemas de agitación o enfermedades neurodegenerativas se están realizando pruebas de mucho valor por los resultados que se están obteniendo.
- Los serious games están representando una herramienta útil para determinadas indicaciones en personas en estadios precoces de enfermedades neurológicas; también, como elemento de prevención y deterioro cognitivo.
- Los sensores IoT están utilizándose tanto en residencias como en domicilios para el seguimiento de las actividades.
- Evidentemente, acabo con la robótica, que esta emergiendo como una tecnología que puede ser de gran ayuda en determinadas situaciones, sustituyendo actividades o ayudando a cuidadores en aquellas tareas más pesadas y repetitivas. También hay algunas experiencias de convivencia entre la persona y la máquina, robot, para paliar la soledad, pero esto es otra historia.
Espero poder ver en este sector social la evolución que han tenido y tienen aún por delante las tecnologías digitales en el sector de la salud, y que en congresos, jornadas y eventos varios tengan su espacio, así como que se sigan publicando resultados de los pilotos y de la utilización que se está haciendo. Queda aún mucho trabajo por hacer para poder afirmar contundentemente que sí, que son tecnologías para viejos.
Ponentes en las XVI Jornadas de Gestión y Evaluación en Salud 2022
Josep M. Pomar
Francesc Moreu
Corpus Gómez
Francesc Iglesias
Marisa Merino
Carlos Alberto Arenas
Jaume Raventós
Yolanda Puiggròs
Vicenç Martinez Ibañez
José María Martínez
Autores eventuales